Ray Charles Lay trabaja en la salud mental para ayudar a comprenderla y concientizar

Last Reviewed: July 21, 2023

Foto de Ray Charles

“No solo sobrevivas, prospera. Encuentra el propósito de tu camino”

Ray Charles Lay tiene su propia versión del blues.

Aunque comparte su nombre con el famoso cantante, el embajador de los participantes de All of Us, Ray Lay (en inglés), toca una melodía única y comparte abiertamente las lecciones de una vida marcada por el trauma: encarcelado a los catorce años, servicio en el ejército y no tener un hogar donde vivir. El infante de marina de los EE. UU., discapacitado y dado de baja honorablemente, enfatiza su largo camino hacia la recuperación, centrándose en ayudar a otras personas con problemas de salud mental y trabajando hacia un futuro en el que se entienda mejor la enfermedad mental.

Datos Clave:

  • La lucha de Ray con la enfermedad mental comenzó a los 5 años y lo llevó a la cárcel y la falta de vivienda.
  • Tras ser diagnosticado de esquizofrenia, Ray se entendió mejor a sí mismo y comenzó a recuperarse.
  • Ray es embajador de los participantes del Programa Científico All of Us y promueve una mejor comprensión de las enfermedades mentales.

El mantra que motiva a Ray es una suerte de coro que le da ritmo a su rutina diaria: “En lugar de amargarnos, luchemos por mejorarnos”.

Servir como embajador de los participantes de All of Us y asesor de diversas organizaciones nacionales le ha dado a Ray un fuerte sentido de propósito y conciencia sobre el valor de compartir sus experiencias personales para ayudar a quienes lo rodean.

Trauma infantil

Ray nació en Misisipi en 1955, siendo el menor de cuatro hermanos. Su familia se mudó a Indiana cuando tenía cuatro años. Su padre, un afroamericano veterano de la Segunda

Guerra Mundial, quería dejar atrás las leyes Jim Crow del sur del país que imponían la segregación racial. Su padre consiguió un trabajo como mecánico en Gary, Indiana, pero fue relegado a un turno nocturno.

“Todavía tengo las cicatrices”, dijo Ray. “Mi vida fue de mal en peor y se tornó violenta. Estaba escuchando voces y no eran buenas”.

Ray comenzó a portarse mal en la escuela, se ponía agresivo y desorientado en el patio durante el recreo y en casa. Sus padres lo enviaron a un psiquiatra y lo disciplinaron. Cuando tenía ocho años, lo internaron en Indiana Boys School, un centro de detención juvenil estatal que tenía un historial de violencia, abuso y fugas, donde permaneció durante un año. A los catorce años, Ray robó un automóvil y consiguió un arma con la que disparó y mató a un hombre de 20 años que, según él, lo había intimidado y atacado. Después de que un abogado designado por el tribunal revisó sus antecedentes, Ray fue declarado incompetente para ser juzgado por demencia. Fue internado por dos años en Beatty Memorial Hospital, un centro de salud mental estatal de máxima seguridad.

Poco después de su alta del hospital a los dieciocho años, Ray vio a un infante de marina de los EE. UU. que repartía información y le preguntó si podía unirse. En cuestión de meses, Ray estaba acuartelado en San Diego, California, antes de ser enviado a Filipinas, Corea del Sur y Japón. A través de su servicio militar, pudo obtener su diploma de escuela secundaria y comenzar clases preparatorias para la universidad.

El servicio militar de Ray terminó abruptamente en 1978, menos de dos años después, tras experimentar un episodio psicótico mientras prestaba servicio en Japón. Regresó a Gary sintiéndose devastado y derrotado. Se quedó sin hogar mientras abusaba de las drogas y el alcohol.

Finalmente, en 2003, a los 48 años, Ray siguió el consejo de familiares y amigos y visitó un hospital de veteranos. Fue allí donde Ray se enteró por primera vez de su diagnóstico. Un trabajador social le preguntó si estaba siendo tratado por esquizofrenia. “¿Qué es eso?”, dijo Ray. Fue cómo comenzó a comprender su diagnóstico y su historial de salud mental.

El Camino hacia la recuperación

Leer sus archivos militares y su historial médico le permitió a Ray aprender sobre su historial de salud mental, aceptar su diagnóstico y cambiar su comportamiento, volverse sobrio y dejar de usar drogas ilegales.



“Tengo seis heridas de bala, tres puñaladas, pero todavía estoy vivo”, dijo Ray. “Soy una persona con esperanzas y creo que mi ápice de esperanza también debe estar al alcance de otros para que puedan ver que la recuperación es posible. Es real y vale la pena luchar por ella”.



Hoy, a los 68 años, Ray es dueño de su propia casa y negocio en Indianápolis. Aspira a asistir a otros de forma desinteresada y ayudar a su comunidad. Entrena a personal de prisiones, oficiales de policía y socorristas, detallando abiertamente sus experiencias y ofreciendo técnicas de desescalada. Ray es un especialista en apoyo de pares del Departamento de Asuntos de los Veteranos, un especialista certificado en recuperación y miembro de la junta directiva de la Alianza Nacional sobre las Enfermedades Mentales. 



Ray es consciente de su diagnóstico e historial médico y cultiva activamente su propio estilo de apoyo, que felizmente repite para alentar a otros en el viaje: “No solo sobrevivas, prospera. Encuentra el propósito de tu camino”.

Ray cree que su participación en All of Us ayudará a impulsar los descubrimientos de salud mental.

Embajador de los participantes de All of Us

Un grupo de 48 asesores participantes ayuda a respaldar los objetivos del programa. Estos asesores ofrecen consejos sobre estrategias y gobernanza al servir en comités, juntas y grupos de trabajo. En su papel como embajador de los participantes, Ray fue un firme defensor del plan del programa de capacitar al personal designado para ayudar a los participantes a completar dos encuestas sobre salud mental y bienestar (en inglés). Estas encuestas fueron lanzadas recientemente. Como resultado, el programa ofreció varias capacitaciones sobre el manejo de las interacciones con los participantes, el manejo del estrés y una lista de recursos de salud mental.

“Ray habló con tanta pasión sobre su propia experiencia”, dijo Jordan W. Smoller, M.D., jefe asociado de investigación en el departamento de psiquiatría de Massachusetts General Hospital y profesor de psiquiatría en la facultad de medicina de Harvard, quien ayudó a dirigir el grupo de trabajo de All of Us que desarrolló la encuesta. “Hay una cierta autoridad que proviene de sus experiencias. Sus ideas ayudan a combatir el estigma y desmitificar lo que es la enfermedad mental”.

Así como el homónimo de Ray convirtió el blues en música para el alma, Ray Charles Lay está utilizando su propio blues para ayudar a otras almas.

“Estoy comprometido a ayudar a las personas a dejar de escuchar sus voces internas negativas”, dijo Ray. “También soy un destructor del estigma, que aboga por dejar de juzgar a las personas”.

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